Taller de Sarriá

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Este deposito empezó a construirse en unos terrenos adquiridos por la compañía en Sarria en el años 1923. Este terreno formaba ángulo con el paseo de Don Bosco y Manuel Girona Se construyo formando un solo grupo los edificios destinados a almacén, reparación de motores y de trucks, electricistas, tornos ajustare y la oficina del jefe de taller.

Los edificios para la carpintería, almacén de material, subcentral de transformación de corriente y pabellón para el conserje quedaban separados del cuerpo principal mediante un patio o avenida central. Existía ademas una torre de agua con deposito auxiliar y un pozo de alimentación, pabellones para wc urinarios con una red completa de alcantarillado. Una báscula puente con su edificio y dos hangares para almacenar materias inflamables y barriles. Todos los edificios estaban protegidos por una instalación completa de para rayos.

Todo el terreno estaba cercado,por paredes de mampostería y las que hacían de fachada tenían ademas enrejados de protección. La entrada al patio estaba formada por pilares que sostenían las grandes puertas de hierro. Las vías instaladas, permitían la entrada de los coches en los mismos talleres, los cuales podían maniobrar sobre toda la longitud de los edificios. El taller era para tranvías tanto de vía ancha como estrecha.

Fueron innumerables las reparaciones y construcciones de coches que se realizaron en estos talleres. En nuestra ciudad había gran variedad de modelos de tranvías lo cual obligaba atener recambios para cada tipo, cuando en los años veinte entraron en servicio serie de tranvías nuevos tanto para vía ancha como para estrecha los cuales eran los 200,500,500 y 900, se procedió al desguace de algunas unidades antiguas aprovechando piezas para recambios. Durante la guerra los tranvías de la sociedad de tranvías de la Montaña llegaron a Sarría para repararlos cosa que no consiguió y al terminar esta tuvieron que ser remolcados hasta sus cocheras de los Penitentes. Los tranvías quemados en acto de sabotaje en los años treinta fueron llevados a nuestros talleres para ser reparados, pero aparte de los 500, los tanques y algunos pocos de dos ejes los otros fueron desguazados, entre los amnistiados figuraban varios coches de la serie 300 que fueron reconvenidos dando el aspecto de un 500 pequeño. Al terminar la guerra el primer trabajo que se hizo, como era lógico fue repintar todos los coches que iban con los colores de la CNT o de CGT.. Después se procedió a reparar los coches averiados durante la guerra, a los pocos días de terminada esta fueron muy pocos los tranvías en condiciones de circular.

En 1941 se creo Maquintrans que se hizo cargo de parte de los talleres, procediendo a reconstruir y a construir coches nuevos. Se reconstruyeron las Jardineras, los 200,800 y se construyeron remolques nuevos como los de las jardineras y los 1700. En 1942 se construyeron los coches 700 con carrocería Carde y Escoliara y al año siguiente se empezaron los 1200 serie que culmino en 1955 con un total de 110 unidas. Varios coches 900 de vía estrecha se adaptaron para vía ancha. Se construyeron también trolebuses y se repararon autobuses procedentes de antiguas empresas anexionadas.

En 1954 se empezó a reconstruir los coches serie 200 creando así los 200MT con puertas automáticas y dando al coche un aspecto mas moderno. Al irse suprimiendo lineas de tranvías muchos coches eran apartados en el patio de los talleres, en el cual el chatarrero les prendía fuego y una vez totalmente quemados eran partidos con sopletes y luego llevados en camiones a la fundición. Cuando empezaron a llegar los Pcc ex Whasington se repararon u adaptaron a nuestra red. Con la paulatina supresión de tranvías los talleres de estos pasaron a la Cochera de Borbón y Sarria quedó como cochera de autobuses.

En 1969 se reconstruyeron varias unidades de la serie 302-312 del metro, fueron llevadas en camiones y allí encarriladas en las antiguas vías de los tranvías.

En 1977 el terreno ocupado fue vendido y se construyó unos edificios de viviendas del arquitecto José María Coderch y en otra parte del solar se construyó en 1993 un aparcamiento subterráneo y en la parte posterior la empresa constructora tenía la idea de urbanizarla como un jardín, pero como vendió pocas plazas, dejó este plan y tuvo que ser el Ayuntamiento que tuviera que recoger de nuevo el proyecto.[1]
  1. La Vanguardia, 23 octubre 1996, página 26